lunes, 24 de marzo de 2014

IMPORTANCIA DE LAS PROTEINAS BCL-2 EN LA RUTA INTRÍNSECA/MITOCONDRIAL


 La familia de Bcl-2 está íntimamente implicada en la regulación de la entrada del citocromo c en la célula, proceso del cual apenas se tiene conocimiento y que en primera instancia contradice las bases de la biología molecular, ya que en un principio es impensable que un citocromo atraviese la membrana externa de la célula y llegue a la mitocondria donde formará parte del coctel de proteínas proapoptóticas que conforman el arsenal de la célula contra el desarrollo tumoral.
La familia de las BCL-2 consta de 19 miembros que se ha clasificado en tres grupos basándose en similitudes estructurales y funcionales. Cada miembro posee al menos uno de los cuatro dominios estructurales denominados dominios de homología con Bcl-2 (Bcl-2 homology domains, BH ): BH1-BH4.
Los miembros del grupo I, poseen actividad antiapoptótica y se caracterizan por tener los cuatro dominios BH (BH1-BH4). Además poseen una cola hidrofóbica terminal que localiza la proteína en la membrana externa de la mitocondria. El grupo II consta de miembros de la familia de Bcl-2 con actividad proapoptótica. Tienen estructura similar a las del grupo I pero carecen del dominio BH4. Los miembros del grupo III también tienen actividad proapoptótica.
La función clave de los miembros de la familia de Bcl-2 es regular la liberación de factores proapoptóticos, en particular el citocromo c, desde el compartimento intermembranal de la mitocondria hasta el citosol. Los miembros de la familia de Bcl-2 pasan la mayoría del tiempo simplemente intentando bloquear el siguiente movimiento del otro, es decir, los proapoptóticos tratan de combatir a los antiapoptóticos y viceversa. Algunos miembros de la familia pueden homodimerizar, es decir formar dímeros proapoptótico-proapoptótico o antiapoptótico-antiapoptótico pero, lo que es más importante, pueden formarse heterodímeros de miembros pro y antiapoptóticos. Por tanto, el problema consiste sólo en comparar los niveles totales de miembros pro y antiapoptóticos de la familia: células con más proteínas pro muerte son más sensibles a la apoptosis; células con exceso de miembros de la familia antiapoptótica serán normalmente resistentes.
La vía mitocondrial se ejecuta en respuesta a intromisiones externas y a daño en el DNA. Las distintas vías de respuesta convergen en la mitocondria, a menudo a través de la activación de miembros proapoptóticos de la familia de Bcl-2. Algunos miembros de los grupos II y III, pueden localizarse tanto en el citosol como en orgánulos. La forma citosólica de estas proteínas es un reservorio inactivo pero preparado para combatir a la célula tumoral. La activación de miembros proapoptóticos puede producirse a través de proteolisis, defosforilación y probablemente otros mecanismos miembros pro y antiapoptóticos de la familia de Bcl-2 se encuentran en la superficie de la mitocondria donde regulan la salida del citocromo c por un mecanismo aún en proceso de investigación. Si los miembros proapoptóticos “ganan”, una gran cantidad de moléculas son liberadas desde la mitocondria. La principal de estas moléculas liberadas es el citocromo c, que se asocia con Apaf-1 y después con la procaspasa-9 (y posiblemente otras proteínas) para formar el apoptosoma. El apoptosoma hidroliza la procaspasa-3 a caspasa-3 que se encarga de ejecutar la apoptosis generando distintos subprogramas cuya suma resultará en el desmantelamiento ordenado y en la muerte de la célula.

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